Historia
Fincas del Limay comenzó en el año 2005. La idea: Armar un proyecto vitivinícola diferente,
sobre un área pionera, en el extremo sur de América, en el límite climático meridional.
Sustentados por una favorable política promocional en la provincia del Neuquén, comenzamos
con la sistematización y plantación de dos fincas en medio del desierto patagónico, una en Picún
Leufú y otra en Senillosa, localidades sin ningún antecedente productivo reciente.
Luego de muchos intentos fallidos, fuimos transitando la curva de aprendizaje apoyados en la
inclusión de personal de gestión excelente. Así, estas hectáreas de desierto se convirtieron en
dos de los viñedos más meridionales de América, con vides de excelente calidad en varietales
tintos y blanco. El sueño de la bodega propia comenzó a tomar forma.